Ausente... 2 meses y tres días... ausente

Si hubiera tenido que escribir todas las veces que, durante este tiempo, me he querido morir... lo hubiera hecho, prácticamente, los 63 días en los que he estado ausente en blog.

El comercial... cero (no tengo ni ganas de hablar sobre el tema).

Las clases... agobiantes (pronto empiezo los exámenes).

En plan... amigas... he conocido a una chica, en clase, pero... está tan delgada que hace que yo, a su lado, me sienta un puta vaca gorda fea asquerosa...

Os juro por lo que más quiero que NO PUEDO MÁS y, ni siquiera, tengo fuerzas para escribir y lucirme con mis palabras. Es que NO PUEDO.

Conseguí convencer a mis padres para lo de mi operación de pecho, así que el 22 de diciembre me operan; y mi pregunta es: ¿por qué no estoy contenta? Sí, lo estoy, pero no lo suficiente, y me da un miedo que lo flipas. Sí, sí. Porque me operarán ¿y qué? ¡Seguiré siendo una vaca pero con tetas! Tetas bien puestas y preciosas... y lo demás... bla bla bla.

Dejé el gym.. y me arrepiento... Pero al recuperarme de la operación me apuntaré otra vez porque juro que el verano que viene pesaré, mínimo, 43 kg y me sentiré la mejor del mundo y podré ir a fiestas de playa... Ahora no sé qué peso, porque es que ni me veo capaz de subirme a la báscula. Odio la báscula, los kg, la comida, odio todo lo que me engorda. ¿Por qué? ¿eh? ¿por qué?

HOY me salto las clases... sí, porque no tengo ni fuerzas para ir.

Mi mamá hace dos meses que está enferma, defensas bajas y demás... y lo pilla todo. Yo sé que es porque no come, no, mi madre no come; apenas come y... yo creo que por su culpa a mi me pasa eso. Me duele, incluso, pensar así, pero es la verdad. Los niños aprenden de los modelos de los padres (por imitación) y yo de niña aprendí que la comida era un asco porq siempre nos miraba raro si comíamos más de la cuenta y pocas veces compró cosas que engordan, y ella siempre decía que hoy habia comido mucho (sin ser cierto) y luego decía que no cenaría nada para el dia siguiente estar desinchada, y mi madre no se dio cuenta de que a mi me afectaría un día u otro.

Pero no, la culpa no es de ella. La culpa es de la gente que en su día me insultaba y me hacia sentir la mierda más grande del mundo.

Pero no, la culpa no es de ellos

La culpa es mía, sólo mía... Mía por no saber controlarme...

Me gustaría ser capaz de comer sin sentirme mal, de poder oler la comida y que no me afectara ni me alterara, poder ir a restaurantes y no tener que pensar en cómo apañármelas para sacarme eso que me he metido en la boca...

Mil cosas más que escribiría pero que ni me siento con fuerzas, ni ganas, ni ánimos...

Intentaré volver a escribir lo antes posible, pero no prometo nada... Lo siento chicas, pero no os podéis hacer una idea lo duro que se me llega a hacer tener que salir de casa cada día, aunque no me apetezca, para ir a clase.

Espero que estéis mejor que yo... Os quiero y... perdón, de corazón (K)