
Llevo días sin ir al gimnasio; no sé qué me pasa que, últimamente, estoy muy débil; y no sé por qué pues hace unos días que estoy comiendo demasiado. Cuando apenas como me siento muy cansada pero enseguida que como un poco más... me encuentro con más fuerzas pero... ¿por qué esta vez es distinto? Quizá sea este calor exagerado que está haciendo... o las pastillas para la ansiedad que me recetó el médico hace cuatro días o... un pupurri de todo esto.
¡Estoy angustiada! No tengo ganas de hacer nada. Mi amiga está de vacaciones aquí y... ni siquiera tengo fuerzas para decirle que hagamos algo juntas (hace dos días que no la veo y se va el jueves, y creo que ya va siendo hora que le diga para salir... aunque sea a tomar un café con sacarina)
Para colmo, el viernes me quemé en la playa (sí, fui a la playa; ya tengo cojones suficientes de ir aunque me sienta la más gorda de toda la "manada") y, encima, me duele un montón la garganta (incluso me cuesta muchísimo tragarme la saliva)
Pero algo tendrá que ocurrirme cuando no soy capaz de controlar toda esa mierda que me invade día tras día. Cuando no soy capaz de controlar esos pensamientos horribles que me vienen a la cabeza. Cuando no soy capaz de comerme ni un miserable trozo de lechuga o cuando no soy capaz de decir que no a un trozo de pan. A veces le tengo pánico a la comida y, a veces, me la zampo casi sin masticar pero con una voz que me repite consantemente que, después, vendrá el vómito.
Algo tendrá que ocurrieme cuando no dejo de contar las calorías que tiene todo alimento que pasa por mi boca. Cuando no soy capaz de salir a la calle tranquila y a gusto conmigo misma. Cuando me pruebo ropa y ropa y con nada me siento bien. Cuando me miro al espejo y mi único deseo es destrozarlo y hacerlo pedazos para no verme más. Cuando por mi mente pasan barbaridades como la de lesionarme y quitarme de este mundo sea como sea.
Pero no, lo último lo controlo. Aunque, a veces, me golpee para parar esos malditos pensamientos... controlo el hecho de quitarme de este mundo. Sí, sí. O, al menos, creo controlarlo ahora. Hace unos años perdí el control, lo reconozco, pero fueron dos intentos fallidos pues mirad, aquí sigo. No voy a enredarme con eso ni entraré en detalles. Lo único que diré es que no me quito de la cabeza la cara de mi familia al verme en ese estado y me justifiqué diciendo que era para que ellos no sufrieran más. Pero esto es de persona egoista... Para que no sufrieran más... ¿quién? ¿ellos o yo?
Por eso, ahora, cuando por la cabeza me ronda esta idea (que sigue apareciendo, todavía) intento pensar en que serían ellos los que seguirían sufriendo... y, realmente, prefiero sufrir yo antes que ellos. Ahora mi familia se cree que estoy mejor (saben que estoy mal pero, dentro de lo que cabe, sé disimular y me trago todos mis malos rollos y no los doy a conocer) así que... mejor así. Que vivan en la ignorancia y yo en mi puto mundo de sufrimiento y... ya se verá.
Lo único que me jode es que la gente no reacciona hasta que ven algo físico y, quizá, en este caso... tocará ver a un cadáver moribundo que no se aguanta ni en pie y... será aquí cuando se alarmen. Y sí, me jode estar jodida de la cabeza porque eso nadie lo nota hasta que se transforma en algo físico y sí, me jode y me duele.
De verdad que no quiero que nadie tenga que alarmarse... pero sí me gustaría sentirme comprendida por la gente que me rodea y que me ayuden... y las únicas personas que me entienden... sois vosotras. Por eso no me cansaré de repetiros que os quiero y que mil gracias por estar ahí y dejarme que me desahogue sin "ningún" rodeo...