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Vuelvo con hechos, no con promesas

Buenos días a todas...

Me ha costado mucho volver, muchísimo; sobre todo por la vergüenza que sentía y siento por haber desaparecido de esta manera, sin despedirme, sin dar explicación alguna... pero no podía más. Todo el mundo me decía que estaba excesivamente delgada, que no adelgazara más y que engordara un poco. Me decían que estaba fea, incluso mi amigo "K" me dijo que ni me tocaría con un palo.

No "dejé todo esto" porque la gente me dijera estas cosas, ¡qué va! ¡A mi me encantaba! Me encantaba que me dijeran, día tras día, que estaba delgadísima. Simplemente... "lo quise" dejar un poco de lado porque, ya operada del pecho, me forcé a pensar en la posibilidad de poder llegar a llevar una vida normal: sin complejos, sin miedos, sin pensamientos horribles, sin desesperaciones delante del espejo, sin contar calorías, sin sentirme mal comiendo cualquier cosa, sin depender de la báscula...

Pero ya veis, no ha funcionado. Al igual que al querer adelgazar se me fue de las manos... al querer llevar una vida normal... se me ha ido de las manos también. ¿Por qué soy tan radical? Os he dicho siempre que yo soy muy extremista, demasiado, "o todo o nada", pero... ¿qué sentido tiene comer como una loca sin control cuando lo que yo quería era, al menos, mantenerme en mi peso y ser feliz de una vez por todas?

Han pasado muchísimas cosas durante este año y, quizá, hayan ayudado a que me desmadrara en todos los sentidos. Pero eso ya no importa. Ya no hay vuelta atrás. No podemos cambiar el pasado pero sí diseñar nuestro presente. Y no digo futuro porque no quiero venir con promesas para después no cumplirlas. Yo viviré mi presente, segundo a segundo, disfrutando de la sensación de estómago vacío y notando a cada instante que se va volviendo diminuto, otra vez.

En el fondo sé que esto no es lo correcto. Pero también pienso que la teoría de comer cinco veces al día es muy bonita y, en la práctica, una mierda; o, al menos, para mi... porque después me desmadro y pasa lo que ha pasado.

Y sí, vuelvo a lo mismo de siempre: "Todo o nada". Aplicaré el "nada" o... el "todo". Vale. Sí. Mirad. ¿La gente no dice que hay que encontrar un equilibrio? Pues... lo daré todo para no comer nada, así no me sentiré tan mal. (Vaya tontería que acabo de decir, pero me da igual, eso es lo que hay).

Aquí os dejo un mini resumen de cómo ha sido todo este tiempo estando yo... "ausente": 

• Me he acordado mucho de todas vosotras. Os he tenido siempre presente.

• He engordado mucho, muchísimo. Pero siempre que comía pensaba en la mierda que estaba intoxicando mi cuerpo. Días me los pasaba atracando la nevera y días me castigaba ayunando para luego volver a atracar desesperadamente la nevera.

• Dejé de ir al gimnasio.

• Me he subido a la báscula muy pocas veces. Me da pánico.

• He seguido con mi rutina nocturna de pesadillas.

• Me pegó un bloqueo y tuve una temporada que no podía llorar. Ahora vuelvo a llorar por cualquier cosa pero siempre sola.

• En el último año he bebido mucho alcohol, cuando yo no era de esas. Y ahora, cuando bebo, me da el bajón y me pongo muy mal de llorar.

• Sigo fumando y estoy más enganchada que nunca. 

• Estuve a punto de tirarme desde un cuarto piso, durante un ataque de histeria, pero sonó mi móvil y fue mi salvación. Lo tomé como una señal ("tengo que seguir luchando, no me puedo rendir").

• He dejado de hacer cosas comunes de la vida diaria porque siento que no tengo derecho a hacerlas por estar gorda (salir a la calle, quedar con amigas...).
  

• No me he comprado casi nada de ropa para evitarme un mal trago probándome ropa nueva.

• Una antigua amiga que tuve (de hace unos 7 años), me sigue acosando a través de una red social.

• Tuve una profesora que nos humillaba en públic constantemente y, para colmo, ella estaba delgada como un palo.

• En el segundo curso, sólo me llevaba bien con tres chicas de la clase. Las otras nos daban de lado.

• He aprobado el grado superior y ya tengo mi título, pero he tenido que estudiar como una condenada, pasándome noches sin dormir, estudiando y por la ansiedad.

• He estado buscando trabajo y no encuentro.

• Mi abuelo murió y mi abuela se ha quedado sola, sin haberlo superado todavía. La tuvimos una buena temporada en casa, con nosotros.

• Mi madre tuvo una época en la que estaba muy triste y la escuchaba llorar a escondidas.

• Le dije a mi cari que era mejor dejar de vernos. No se lo tomó demasiado bien. Recalcar que sigue estando ahí, enamoradísimo, dispuesto a dejarlo todo por mi, pero yo ya no le amo.

• A los meses de dejar a mi cari, conocí a un chico y estuvimos de novios hasta hace tres meses. Lo dejamos por incompatibilidad de carácteres. Él nunca me ha querido, pero le echo de menos.

• Mi hermana ha cambiado de novio dos veces en muy poco tiempo. Ahora está viviendo con uno de ellos, justo cuando yo corto con el mío y estoy más sola que la una.

• He conocido a dos tíos, a dos mierdas de tíos.

• He vuelto a retomar el contacto con mi amigo "K". Nunca lo habíamos hecho pero, hace como un mes que nos acostamos. Me encanta. 

• [...] Y podría seguir y seguir... pero creo que ya es suficiente...

Y lo dicho, no vengo con promesas, vengo con hechos:

- el jueves comí una manzana.

- el viernes comí lechuga y tomate.

- hoy, de momento, he comido dos tostadas (36 calorías cada una) y un quesito (26 calorías), pues ya me sentía muy débil. -Ya veremos cómo va transcurriendo el resto del día -

No me voy con tonterías chicas. Os juro que voy a por todas, no puedo seguir lamentándome por mi físico sin hacer nada para cambiarlo.

Llevo una semana pasándome por vuestros blogs. Veo que muchas de vosotras seguís ahí, otras que ya no, otras que volvéis y otras que os vais... Yo sabía que un día u otro regresaría, lo sabía (porque al final siempre acabo volviendo a lo mismo), pero me daba muchísimo pánico entrar para luego volver a irme y tener que volver a justificarme delante de vosotras. Por este motivo, no he entrado hasta estar bien convencida y segura de que seré capaz de conseguir todas mis metas, al menos las que ya logré en su día.

Desde aquí quiero pediros perdón por mi desaparición y haceros saber que me he acordado siempre de cada una de vosotras, preguntándome qué sería de vuestras vidas y demás. 

Por mi parte, de momento, ya está todo dicho. Simplemente recordaros que seguís teniendo una amiga para lo que necesitéis.

Os quiero y os echaba de menos.

P.D Ya iré dejando huellitas por vuestros blogs...